A sólo unos días de haber subido el volcán Villarica, aun están en mi memoria los momentos de adrenalina sentidos al ascender y descender del volcán. Esto fue el viernes 14 de Diciembre. En realidad para el día anterior, osea el jueves 13, estaba acordado el ascenso, pero debido a que llovió ese día, se propuso, por motivos de seguridad, suspender la expedición para el día siguiente.
El volcán Villarica esta ubicado en el sur de Chile, en la Región de la Araucanía, a 10 minutos de Pucón, hermoso lugar turístico. Lo rodea mucha naturaleza y al pie, un hermoso lago.
La idea de subir el volcán nació de mi hermana Carla, que como estudiante de Ed. Física de la Universidad de Concepción ya había ascendido el volcán Chillan. Me lo propuso y acepté. Para mi sería una experiencia nueva, nunca antes había subido a un volcán. El día viernes cuando ascendimos, había amanecido un poco nublado, pero se despejo luego. A las 07:30 en punto nos reunimos con los demás integrantes de la excursión en la agencia de turismo Trancura. De 15 excursionistas, solo habíamos 3 chilenos y todos los demás, entre gringos, europeos y hasta un brasileño. Nos dieron el equipamiento necesario y nos fuimos al volcán.
Todo hasta ese momento iba bien, había buen sol y se estaba despejando rápidamente. Llegamos a los pies del volcán y empezamos a caminar hacia arriba, luego de un rato, nos subimos a los andariveles para llegar a la primera base y desde ahí comenzar realmente el ascenso.
Nos pusimos el equipo necesario y nos dieron un curso rápido de cómo frenar si te caes en la montaña. Luego de aprobar todos, comenzamos a subir. Todo iba muy bien, se sentía el calor del cuerpo contrastado con el frio de la altura. Sin embargo, después de un rato, empezó a soplar un viento no muy agradable, mas bien un viento fuerte, que te empujaba y en más de una ocasión te hacia perder un poco el equilibrio, sientiendo que te podías caer. Continuamos con subiendo y cada vez el volcán era mas empinado, fácilmente podría decir que estábamos subiendo una cuesta de no menos de 50 grados, lo que hacía que te cansaras más y más. En todo caso no faltaba el oxigeno, pues aun no estábamos a tanta altura.
Llegamos a un refugio luego de como 1 hora de caminata y ahí el viento era fuertísimo, por lo que el guía nos dijo que era muy probable que si las condiciones no mejoraban íbamos a tener que abortar la misión. Desde el refugio a la cima, eran como 3 horas de caminata.
Nos refrescamos y alimentamos un poco para recuperar fuerzas y continuamos subiendo. El viento seguía haciendo su trabajo. Luego de como 1 hora de ascenso, llegamos a un sector en que podíamos descansar. Descansamos un buen rato e incluso almorzamos. Estuvimos bastante rato ahí detenidos esperando que mejorara el tiempo, pues si bien estaba despejado, había sol, el viento reinante era demasiado. Según nuestro guía, el viento era impredecible, podía detenerse en cualquier momento o bien continuar o peor aun, empeorar, por lo que seguimos esperando un poco más.
Luego de ver que las cosas no mejoraron para nuestra mala fortuna, decidimos bajar. Ya habíamos subido la mitad, pero lamentablemente no se pudo continuar.
Resumiendo el descenso: luego de llegar al refugio, nos quitamos unas grampas que llebabamos en los zapatos y nos pusimos como un forro en el pantalón para tirarnos sentados hasta los pies del volcán, osea, cuando uno va a la nieve y se tira en bolsa busca las mejores bajadas posibles, pero en este caso, la bajada era larguísima. Fácil lo que se subio en 3 horas se bajo en 30 minutos.
Al final, una buena experiencia, la recomiendo a toda costa, el precio quizás es un poco caro, pero ni tanto, lo vale, y más aun si haces cima. De todas maneras, para ser mi primer ascenso, quedé conforme. Y como en la cueca, no hay primera sin segunda, así es que a esperar un tiempo más y a subir de nuevo, ahora sí haré cima….
Mas fotos aquí.
Nos vemos, saludos a todos.
..:: Bytes ::..